sábado, 17 de noviembre de 2012

Capítulo 145. ¿He sido tonta?

[ANNA]

Nos cambiamos y vamos a la piscina, primero la caliente...
-Que bien te queda ese bikini.-Me sonríe y nos metemos poco a poco en la piscina.
-Que calentito...
-Si, está calentita como a ti te gusta.-Se acerca a mí y me besa.-Que tranquilidad, ¿no?
-Mucha, me siento rara.-Me río.
-Normal que los eches de menos, ami me pasa lo mismo.
-Me gustaría haberme traído a Blanca...
-¿Y eso? Si está muy bien con tu madre.
-Pero es que es muy pequeña y quiero estar más tiempo con ella antes de que se haga mayor.
-Y yo, pero para una vez que tenemos tiempo para nosotros...
-Ya... Me acuerdo de cuando Paula empezó a andar.
-Sí.-Me río.-Parecía un pato.
-Y cuando dijo papá por primera vez y tú, como siempre, estabas de fiesta.
-Y cuando Álvaro te cogió por primera vez el dedo.
-¿Por qué nos dejabas a Paula y a mi solas?
-Anna, olvidemos el pasado. Ahora estamos bien, felices.
-Pero es que no entiendo el porque de que te fueses.
-Déjalo.
-Dani, dime la verdad a esto, no me voy a enfadar... ¿Me pusiste los cuernos?-Le miro.
-No, y nunca lo haría.
-Vale... es que me acuerdo de todo. Cuando venías borracho noche sí y noche no y me obligabas a.-Me corta.
-¿A qué viene esto?-Se enfada.
-A que quiero saber la razón.
-Ya lo sabes, me venía grande la paternidad. Anda ven, que te doy un masaje.-Me empieza a dar un masaje y ne viene un recuerdo de ese tiempo...

-Dani, ¿a dónde vas?-Estoy en el sofá en pijama y él cogiendo su chaqueta.
-He quedado con unos colegas.
-¿Otra vez? Si ya quedaste ayer...
-Ya, pero hoy también. No me esperes despierta, llegaré tarde.-Se va.

-Cariño, ¿vamos a que nos den un masaje mejor?
-Vale.-Vamos y nos tumbamos. Vienen los masajistas. Me viene otro recuerdo.

5 de la madrugada. Escucho la puerta, sé quién es. Viene borracho a la cama. Le noto desvestirse y tumbarse a mi lado. Me mete mano.
-Déjame.
-Calla anda...-Le quito la mano y la vuelvo a meter.
-Que pares.
-No me da la gana.
-Déjame.
-¡Que no!
-No grites que está tu hija dormida.
-Pues déjame hacerte de todo.
-Que no.-Me baja rl pantalón y me lo vuelvo a subir.
-Que sí.-Me lo baja y se coloca. Empieza y me hace daño. Cuando termina voy a la ducha, me siento sucia. Ahí lloro un montón.

Después del masaje vamos otra vez a la piscina. ¿He sido tonta en volver con él después de lo que me hizo?

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