miércoles, 16 de mayo de 2012

Capítulo 96. Jope...


Salgo del despacho de David y me encuentro a un niño de mi edad.
-Hola, soy Marcos.
-Hola...-Soy tímida.
-Tu eres Paula, ¿no?
-Sí...
-¿Puedo hacerte una pregunta?
-Sí.
-¿Qué hacías ahí?-Me señala el despacho de David.
-Pues llamar a mis papis.
-¿Por qué te han traído aquí?
-Porque se han ido de viaje, mi hermano se ha quedado con mi abu.
-Ahh..., ¿jugamos?
-No...
-Ya se han acabado las actividades.
-No quiero.
-¿Por qué?
-Porque no.
-¿Y qué vas a hacer?
-Irme a mi habitación.
-¿Puedo acompañarte? Estoy solito...
-Vale... ¿Tienes la ds?
-En mi casa... Es mía y de mi hermano.
-Es que yo me he traído la mía, pero shht. ¿Juegas?
-Vale.-Nos vamos a mi habitación y saco la ds. Nos sentamos en la cama.
-La mía es roja.-Me sonríe y le sonrío.-¿Vives en Madrid?
-Sí.
-Yo me voy a venir aquí también cuando empiece el cole. A lo mejor nos vemos.
-Madrid es muy grande.
-Ya, ¿pero quién sabe? España es más grande y nos hemos encontrado los dos.
-Casualidad.-Me sonríe mucho y encima es guapo.
-Creo que sí que nos veremos.
-¿Por?
-No sé..
-Eres muy guapo.
-Tú también eres muy guapa.
-Gracias...-Le sonrío vergonzosa. Él me devuelve la sonrisa.
-Hace sol, ¿no quieres bajar al patio?
-Bueno..., vale. Pero quédate conmigo porfi.
-Claro.-Bajamos y todos los niños me miran. Está David también.
-Te voy a enseñar un sitio que me gusta mucho, ¿quieres?
-Vale.-Me agarra de la mano y vamos a la parte de atrás del edificio. No hay nadie, es más antiguo y hay un columpio hecho con una rueda.-No hay nadie...
-Por eso me gusta...
-¿Te importa si hago esto?-Le doy un beso en la mejilla y nos sonreímos.
-No, no me importa.-Le sonrío.
-Mejor.-Vemos venir a David.
-¿Qué hacéis aquí solos?
-Hablar...
-Ah, pues yo he visto a esta peque dándote un beso.
-De amigos.
-Ah bueno...
-Mi papá no me deja tener novios todavía.
-Normal, eres muy chica aún.
-Además, me has dicho que haga amigos.
-Sí. Paula, siento decírtelo, pero tienes que subir un momento.
-¿A qué?
-Ahh, sorpresa.
-¿Papá?-Le pregunto muy contenta.
-No se sabe... Sube y lo verás.-Voy corrinedo y subo. Él viene detrás.-¿A dónde voy?
-A mi despacho.-Llego a su despacho.
-¿Abro?
-No hay nadie.
-Ah...-Se me ha quitado la ilusión.Agacho la cabeza.-Pues abre tú...-Abre la puerta y entramos, se sienta en su sillón.
-Paula, ven.-Me siento encima suya.
-Dime.-Abre la tapa del portátil. Está una cosa que se llama Skype abierto. Le da al botón de llamar.
-¿Qué es esto?
-Mira quién está ahí.
-¡¡¡Papi!!!
-Y mamá también.-Me dice papá.
-¡Cariño!-Se pone para que se la vea más.
-¡Mami!
-¿Qué tal estás pequeña?
-Bien...
-Pues yo te veo triste.
-Es que quiero estar con vosotros.
-Pasado mañana vamos a por ti. Mañana llegamos a Madrid muy tarde y ya no podemos ir.
-Jo... ¿Y Álvaro?-Llaman a la puerta, es Marcos.
-¿Se puede?
-Te dejo aquí, ¿vale?-David se levanta y se va con Marcos.
-¡Espera! Marcos, ven.
-Dime.
-A por Álvaro iríamos luego. ¿Y ese niño?
-Un amigo, el único que tengo aquí.
-¿Y por qué no has hecho más?
-Porque todas las tardes me quedo en mi habitación.
-¿Por qué? Si puedes salir al patio, ¿por qué no lo haces?
-Porque los niños me miran raro...
-Pero eso es porque no sales a jugar.
-Pero para que me miren mal no salgo.
-Hija, es normal que el primer día te miren raro...luego hay que intentar que lo dejen de hacer...
-Pero todos saben quien soy por vosotros... Por los de la tele o por la rubia, porque me parezco a ella.
-Yo también me parezco a mi papá.
-¿Pero sale en la tele? No, pues ya está.-Le digo mal.
-Marcos-empieza a decir mamá-¿puedo hacerte una pregunta?
-Sí.
-¿Cómo se llama tu papá?
-Juan Alberto.
-¿Sardá?
-Sí, ¿cómo lo sabes?
-Una historia larga.
-Bueno, Paulita, que nos tenemos que ir, no le digas a Álvaro que te hemos llamado, ¿vale? Que con él no hemos hablado.
-Vale...-Se me saltan las lágrimas.
-No llores...-Me dice mamá.
-¿Por qué lloras?-Me pregunta papá.
-Ven.nid y.ya...
-Solo son dos dñias. Ni dos, uno y medio.
-Y.yo qu.uier.ro y.ya...
-Que cuando volvamos nos vamos todos de vacaciones.
-¿A dón.nde?
-A un sitio todos juntos.
-Va.ale...
-Pero tienes que dejar de llorar ahora mismo, sino no se mueve nadie de donde está. Ni nosotros de Cuba ni tú de ahí.-Lloro más.
-No le digas eso...-Dice David.
-Que es una broma..., pero deja de llorar que nos vamos a poner tristes nosotros también. No hemos llamado para que llores, ¿vale?-Me sorbo los mocos y dejo de llorar.
-Así me gusta cariño, ahora quiero ver una sonrisa.-Niego y me voy de ahí.
-Ah, y no nos dejas despedirnos... Creo que será mejor.
-Es lo que le cuesta. Bueno, nos vemos pasado mañana.-Lloro sentada en el pasillo, creo que se me escucha. Sale Marcos.
-¿Por qué lloras? Tú querías ver a tus papás y además te han dicho que no llores.
-Qu.uiero qu.ue veng.gan y.ya...
-Yo también quiero que vengan los míos y van a tardar muuucho más.-Odio que me digan eso. Si estoy llorando por una cosa me da igual que le pasa a otro.
-¿Y?
-Que al manos tú te vas dentro de poco...bueno, tú te vas. Yo tengo la esperanza que al empezar el cole me voy a ir a Madrid con mi hermano y mi padre, pero no están mut seguros.
-¿Y tu mamá?
-Yo no tengo mamá.
-¿Por?
-Tuvo un accidente y murió.
-Jope...

1 comentario:

  1. Que cuqui!!! Pobre Paulita, me da pena hasta a mi. snif.
    SIGUIENTE!! ¿El siguiente para cuando? (yo me contesto: en proceso)

    ResponderEliminar