lunes, 30 de julio de 2012

Capítulo 2. Atrás...

[PAULA]

Ayer trajeron a Blanca y dormimos en el despacho con la chimenea porque hubo una tormenta y se fue la luz.
Nos despertamos todos juntos. Mamá deja a Blanca en el moisés y suben los dos arriba. Álvaro y yo nos quedamos en el salón.
-¿La tele funciona?-Le enciendo.
-¡Si va!-Pongo mi serie.
-Yo quiero ver los dibujos.
-Pues no los vas a ver.
-¿Por qué? Siempre tengo que ver lo que tú quieres.
-Te aguantas, haber nacido antes.
-Esa no es mi culpa. Eres una mandona.
-Y tú un enano.
-No soy enano, soy más pequeño que tú solo.
-Y yo soy la mayor, así que se ve lo que yo quiera.
-Pero se supone que nos tienes que cuidar, así que no puedes ver la tele.
-Sí puedo.-Dejo el mando a mí lado.
-Joo Paula, que esta serie es fea.
-Y tus dibus más.
-No son feos porque tú también los ves.-Me quita el mando.
-¡¡Dámelo!!-Fercejeamos.
-No, yo quiero.
-¡¡Que no!!-Suelto el mando y como estaba haciendo fuerza se cae hacia atrás y tira el moisés con Blanca. Llora gritando, nosotros nos asustamos. Empezamos a colocar todo. Cojo yo a Blanca y la meto cuando veo a los papás en el salón.
-¿Qué estáis haciendo?
-Hacerle cosquis para que se calle.
-Los bebés no tienen cosquillas, Paula.
-Caricias papá, que tonto pareces a veces.
-¿Y por qué ha empezado a llorar?-Pregunta mamá.
-Estábamos discutiendo, a lo mejor se asustó.
-¿Y por qué discutíais?-Pregunta papá.
-Porque este quería ver los dibus.-Mamá se acerca a Blanca.
-Pues no hay tele ya, así de fácil.-Papá nos la quita.
-Jope...

[DANI]

-A desayunar.
-No queremos aún.
-Me da igual, a desayunar.-Se van a la cocina.
-Que raro.-Dice Anna.
-¿Qué pasa?
-Que no ha pedido de comer a las 8 y son las 10 ya...
-No tendrá hambre.
-Será eso.-Vamos a la cocina y desayunamos. Paula le da vueltas a los cereales.
-Come Paula.
-No quiero.
-Sí.
-No.-Paso de ella.
-La primera vez que desayunamos todos juntos.-Miro a Paula.-Si le da la gana de meterse una puñetera cucharada en la boca.-Se la mete vacía.-Llena.
-Ya está papi.-Álvaro me enseña su bol vacío.
-Muy bien peque, vete a jugar si quieres.
-No, yo me quedo aquí.

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