martes, 28 de febrero de 2012

Capítulo 17. Se me pasa todo.

Hace rato que hemos terminado. No se escucha nada ni a nadie. Por poco tiempo...
-Uff, cari, ¿me das mi móvil porfa?-Alarga la mano para cogerlo y me lo da.
-Toma.
Qué pesado, ¿no ve que no quiero verle ni hablarle?
-Cógelo.
-No quiero...
-Cógelo, así nos deja antes.
-Vale.-Me levanto y voy al pasillo a hablar con él.
Se lo cojo.
-¿Si?
-Hola Anna, ¡cuánto tiempo!. Y lo que me ha costado que me lo cogieras. ¿Estás en casa?-¿Y ahora qué le digo?
-No, no estoy en casa estoy fuera.
-¡Ah!, he estado toda la tarde llamándote a la puerta de tu casa-no, si ya...- con razón no abría nadie. ¿Y con quién estás?
-¡Pues con mi novio!-A esto que me giro y me encuentro a Dani apoyado en el marco de la puerta.
-Ah..., ¿que tienes novio? No lo sabia....-¿Le ha molestado?
-Bueno Miki, te dejo adiós.
-Adiós.
Me quedo mirando a Dani, no me cansaré nunca de hacerlo...
-¿Qué me miras tanto?
-¿Eh? Nada, nada... Jajajajaja. ¿Qué hora es?
-Pues..., las 9 menos 10.
-¿Nos duchamos y nos damos una vuelta por el pueblo?
-¿Ahora?
-Si vago, ¡ahora! Jajajaja
-Veeeenga, vaaaaaale. Jajajaja

La ducha se hace más larga de lo habitual, ya os imaginaréis por qué. ¡él conmigo dentro! Jajajaja
Me pongo unos vaqueros cortos con medias carne, una camiseta y unas manoletinas. Me cojo una chaqueta por si acaso, que parece que va a llover.
-¿Chaqueta? ¿Enserio? ¡Que hace calor!
-Ya habló el leonés, que va a llover. No quiero mojarme.
-Uf, pues mojada estás...-Le pego un manotazo en el brazo.
-¡Ay!
-Te aguantas. Vámonos.
Este tan fresco, vaqueros, converse y camiseta de manga corta. ¿Como puede? ¡Hace frío!

Salimos a la calle. Son las 9 y media y empieza a refrescar, así que me pongo la chaqueta.
-¿Ya tiene frío la abuela?
-Sí, las personas mayores tenemos frío. Como tú eres un niñato..., pues nada. ¿Tú no tienes?
-¿Yo? Tú misma lo has dicho, los niñatos no tenemos frío. Jajajaja
-Jajaajaja, ¡anda vamos!

Vamos de la mano, el pueblo no es muy grande, pero es que hay mucha gente que me conoce y no hacen nada más que pararme. Por lo tanto se hace largo el paseo también. A eso que empieza a chispear y estamos lejos de mi casa.
-Está lloviendo.
-No, si ya lo veo.
-¿Vamos para casa?
-¿El niñato tiene frío?
-Pues un poquito.
-Jajajaja, pues vale. Vamos.
Lleva su brazo por encima de mi hombro, y yo le abrazo por la cintura. Vamos andando y ¡mierda!
-Mierda..., corre ven por aquí.
-¿Qué pasa?
-Que es Miki.
-Tendrás que verlo algún día, ¿no?
-No.
-¿Por qué?
-Porque quiero estar contigo, y si me ve lo voy a tener todo el día enganchado.
-Jajajajaja, vale.
Le abrazo. ¿Pero este no tenía frío?
-Vamos a casa, seguro que ya no está. Que tú tienes frío.-Eso se lo digo sin dejar de abrazarnos. Se está tan bien en sus brazos...
-No, ya no tengo frío.
-Jajaajajaja, ¿y eso?
-Porque abrazado a tí se me pasa todo.
Venga va, me ha calado. Y no digo el agua de la lluvia, sino sus palabras.

2 comentarios:

  1. ajajajajajaja! oooooh que boniiita eso ultimo :) gran cap! siguiente! Gran vuelta ;)

    ResponderEliminar
  2. Gracias!!!
    Quiero vuelta tuya eh! Jajajaja ;)

    ResponderEliminar